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miércoles, 16 de julio de 2014

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PINK TURTLE: ALL THAT JAZZ

XVII FESTIVAL DE JAZZ SAN JAVIER.
Por Sebastián Mondéjar.

Me apetecía muchísimo volver a escuchar en directo a esta magnífica y entretenida banda francesa, que en 2011 despidió la XIV edición de Jazz San Javier y fue para mí una de las sorpresas más gratas entre las muchas que nos ha dado en su ya larga historia el festival. Desde entonces, he escuchado infinidad de veces sus dos primeros trabajos, Pop in Swing (2008) y Back Again (2010). Sencillamente porque me alegran la vida, que es lo que volvieron a hacer el sábado pasado. Qué delicia de concierto nos regaló este original grupo en la quinta velada de la XVII edición. Pura delicatessen. Y franco regocijo, en cumplimiento de la más estricta razón de ser de un festival: la de ser festivo. Porque el jazz también es una fiesta, aunque no falten puristas y ortodoxos que se empeñen en reivindicar exclusivamente un jazz más intelectual, más serio, más espiritual…, como si la alegría,  la risa, el baile y la diversión no fuesen espirituales; como si pasarlo bien a pecho descubierto no fuese intelectual. En fin, los propios Pink Turtle vinieron a decirlo muy oportunamente cuando interpretaron “Love Is All”, uno de los dos grandes temas de Deep Purple que versionaron: Well, all you need is love and understanding. / Ring the bell and let the people know. / We're so happy and we're celebratin'. / Come on and let your feelings show. (“Bueno, todo lo que necesitas es amor y comprensión. / Toca el timbre y deja que la gente lo sepa. / Somos muy felices y estamos de celebración. / Ven y deja que afloren tus sentimientos”).



La formación era manifiestamente distinta. Faltaban tres pesos pesados de aquella banda primigenia y, pesimista de mí, pensé por un momento que su rendimiento iba a ser sensiblemente inferior que el de aquella ocasión. Pero una vez más pusieron de manifiesto que en Pink Turtle todos y cada uno de sus componentes son pesos pesados y están ahí por méritos propios. Es cierto que eché de menos tanto la voz templada y elegante como el swing de la guitarra de Christophe Davot, pero la cantante June Milo, dotada de una voz poderosa, ágil y flexible y de una entonación perfecta, compensó con creces su ausencia, cantó como los ángeles y aportó a la banda unos timbres y unos registros de voz de los que antes carecía. Por otra parte, el virtuoso y dinámico trompetista Julien Sylvand me pareció tan espectacular y efectivo como el trompetista titular, Michel Bonnet, y el baterista Didier Ottaviani sustituyó muy dignamente al carismático Stephane Roger.



Los franceses cumplieron con contundencia todas las expectativas (una vez más hubo un lleno total en el Auditorio Parque Almansa) y nos brindaron una brillante y generosa actuación en la que interpretaron nada menos que diecisiete grandes temas del pop y del rock magistralmente trasvasados al jazz más genuino: el swing y los ritmos de Nueva Orleans. Intercalaron principalmente temas de sus dos primeros álbumes (los susodichos Pop in Swing y Back Again) con otros de su tercero —y último editado hasta el momento—, A la mode (2012). El comienzo fue idéntico al de 2011, con los archiconocidos “Walk On The Wild Side” de Lou Reed, la balada "How Deep is Your Love" de los Bee Gees, "Get Up Stand Up" de Bob Marley y “Hotel California” de los Eagles tocados de un tirón; pero la sola sustitución de Christophe Davot por June Milo hizo que me sonaran diferentes. Luego vinieron, salteados, temas tan celebérrimos como “Love is All” y “Smoke On The Water”, de Deep Purple; “Another Brick In The Wall”, de Pink Floyd; “Hey Jude”, “Imagine” y “A Hard Day's Night”, de los Beatles; “You Really Got Me”, de los Kinks; “Black Magic Woman, de Santana; “We will rock you”, de Queen; la balada de Norah Jones “Don’t Know Why” y “Highway To Hell”, de los incombustibles AC/DC , para finalizar con la dicharachera “You're the One That I Want”, escrita por John Farrar para la película Grease en 1978. Como colofón, el grupo interpretó a capela, como ya hiciera en 2011, “The Sound Of Silence”, de Simon & Garfunkel, una forma simpática y eficaz de llamar la atención sobre sus discos, que pusieron a la venta a pie mismo de escenario. Y es que casi todos los integrantes de Pink Turtle, además de tocar diferentes instrumentos, cantan con oficio, entrega y poderío todo lo que se les ponga por delante.


Como veis, un programa completo y variadísimo; aunque, a decir verdad, me hubiera gustado escuchar también "Everybody's Got to Learn Sometime", de The Korgis, un tema que en Back Again interpreta con muchísimo gusto el cantante y guitarrista Christophe Davot pero que sin duda le tiene que sentar como un guante a June Milo.


En definitiva, lo que más valoro de estos músicos, al margen de su clase y su profesionalidad incuestionables, es la autoridad, la soltura con que transportan grandes temas del pop y del rock al terreno del jazz puro, conciliando con absoluta naturalidad tres de los estilos más representativos y universalmente propagados de la historia de la música reciente. Todos los miembros de Pink Turtle son excelentes músicos de jazz, con un dominio absoluto de sus respectivos instrumentos, una dinámica de grupo impecable y una capacidad de improvisación de la que sólo disponen los más aventajados. Qué buenos arreglos, qué buenos solos y qué bien se reparten los papeles. Y vuelvo a lo de antes: cómo se divierten sobre el escenario y cuánto disfruta el público en sus conciertos. El pianista Jean-Marc Montaut, el trombonista Patrick Bacqueville, el trompetista Julien Sylvand, el saxofonista Pierre-Louis Cas..., cualquiera de ellos podría liderar su propia banda o ser solista principal en cualquiera de las más prestigiosas big bands internacionales.


Por último, no quiero dejar de enviar desde aquí, una vez más, mi felicitación al equipo gestor y a todo el cuerpo técnico del festival por la perfecta organización y la inmejorable calidad de sonido e iluminación.

                           ¡Viva el jazz, salud y hasta la próxima!


                                                                                  Sebastián Mondéjar.


FORMACIÓN:
June Milo (cantante)

Julien Sylvand (trompeta y voz)

Patrick Bacqueville (trombón y voz)

Pierre-Louis Cas (saxofón y voz)

Jean-Marc Montaut (piano)

Laurent Vanhee (contrabajo)

Didier Ottaviani (batería)

Así lo vimos.


Jean-Marc Montaut  
June Milo & Patrick Bacqueville 
June Milo 



Pierre-Louis Cas 
Patrick Bacqueville 
June Milo  & Jean-Marc Montaut  

June Milo & Patrick Bacqueville 
Jean-Marc Montaut  
Jean-Marc Montaut & June Milo 


Didier Ottaviani 

Laurent Vanhee 

Didier Ottaviani 

Julien Sylvand 

June Milo 
June Milo 
Jean-Marc Montaut  & June Milo 
Patrick Bacqueville
Pierre-Louis Cas 

Pierre-Louis Cas & Patrick Bacqueville 
June Milo 
June Milo 





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